La siguiente lista corresponde a las que, en mi opinión, son la mejor película de cada año, desde el año 1927 (año en que se estrena la primera película sonora) hasta nuestros días. El motivo por el que he decidido empezarla en el año 27 es, sencillamente, porque no he visto suficiente cine anterior como para tener un criterio válido. Aún así hay cuatro películas mudas dentro de la selección. Se da la circunstancia de que, al sólo poder escoger una película de cada año, muchas de las mejores películas de la historia del cine se han quedado fuera de esta recopilación. Barry Lindon, Rocco y sus hermanos, Psicosis, Sede de mal, Los 400 golpes y un largo etcétera se han quedado fuera, simplemente porque, para mi gusto, ese año había, al menos, una película mejor. Películas de mucha menos calidad (que no nombraré, cada uno que imagine a cuales me refiero) están presentes debido a que pertenecen a años mucho más pobres, cinematográficamente hablando, que las citadas anteriormente. La lista (como todas las listas, en realidad) es subjetiva, y responde exclusivamente a mis preferencias personales, pero estaré encantado de recibir críticas, en los comentrios de esta entrada, de aquellos que opinen de diferente manera.
miércoles, 7 de agosto de 2013
miércoles, 17 de julio de 2013
Blade Runner, de Ridley Scott
En este texto, como en casi todos los del blog, hablo del final de la película.
Más humanos que los humanos
Más humanos que los humanos
“Yo he visto cosas
que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto
rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser. Todos esos
momentos se perderán en el tiempo. Como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.
Con este monólogo, uno de los más famosos de la historia del cine, el
replicante Roy Batty, interpretado por Rutger Hauer, ponía punto final a su
existencia. Él, que ha empeñado los últimos días de su corta vida en encontrar
la forma de alargarla, asume que su hora ha llegado, y demuestra con esas
palabras, cuán profunda es, en el fondo, su humanidad, Y éste es el quid de Blade Runner.
miércoles, 10 de julio de 2013
Mis 100 finales preferidos de la historia del cine
Aprovechando que la próxima entrada del blog será sobre Blade Runner, que tiene, para mí, uno de los mejores finales de la historia del cine, he aprovechado para publicar antes esta entrada. En ella, enumero los que, para mí, son los mejores finales cinematográficos. Habrá quién se escandalice porque falte tal o cual final, o porque uno esté más arriba que otro en la lista. Pero insisto es una lista totalmente subjetiva (en realidad todas lo son). A los que crean que hay ausencias flagrantes, o presencias inadecuadas, les invito a que lo expresen en los comentarios, todas las opiniones son bienvenidas. La lista, en orden descendiente, es la siguiente:
miércoles, 26 de junio de 2013
Smoke, de Wayne Wang y Paul Auster
El estanquero de Brooklyn
Todos los días, a las 8 de la mañana, Auggie Wren (Harvey Keitel) planta su cámara de fotos en la puerta de su estanco y hace la misma foto. Cada día, con el mismo ángulo y a la misma hora exactamente. Cuando le enseña las fotos a su amigo Paul Benjamin (William Hurt), Auggie le recrimina que las está viendo demasiado deprisa (“Para entenderlas hay que ir más despacio”). Paul, sorprendido, le contesta: “pero si son todas iguales”, y lo que Auggie le responde encierra muchas de las claves de esta película: “son todas iguales, pero son todas distintas”. Y es que cuando podemos ver algunas de las fotos del álbum, vemos que todas tienen algo especial, que es un trabajo minucioso, el trabajo de su vida, como él dice. Distintas personas, distinta luz, distinta meteorología, distintos estados de ánimo, distintas sensaciones… Todas iguales, pero todas distintas.
Todos los días, a las 8 de la mañana, Auggie Wren (Harvey Keitel) planta su cámara de fotos en la puerta de su estanco y hace la misma foto. Cada día, con el mismo ángulo y a la misma hora exactamente. Cuando le enseña las fotos a su amigo Paul Benjamin (William Hurt), Auggie le recrimina que las está viendo demasiado deprisa (“Para entenderlas hay que ir más despacio”). Paul, sorprendido, le contesta: “pero si son todas iguales”, y lo que Auggie le responde encierra muchas de las claves de esta película: “son todas iguales, pero son todas distintas”. Y es que cuando podemos ver algunas de las fotos del álbum, vemos que todas tienen algo especial, que es un trabajo minucioso, el trabajo de su vida, como él dice. Distintas personas, distinta luz, distinta meteorología, distintos estados de ánimo, distintas sensaciones… Todas iguales, pero todas distintas.



viernes, 21 de junio de 2013
Una jornada particular, de Ettore Scola
Como en críticas anteriores, debo advertir que voy a hablar
del final de la película. No creo que sea relevante conocer el final de
antemano para disfrutar de Una jornada
particular, pero si tú no la has visto y crees que sí es relevante, puedes
verla en el enlace al final del texto.
Retrato de la soledad humana
Retrato de la soledad humana
En 1977 el director italiano Ettore Scola consiguió reunir,
en un espectacular mano a mano interpretativo, a las dos mayores estrellas del
cine italiano de todos los tiempos, Sophia Loren y Marcello Mastroiani. El
resultado fue una película brillante, emotiva, sencilla e inmensa a la vez,
certera radiografía de la soledad humana, Una
jornada particular.
lunes, 3 de junio de 2013
Fargo, de los hermanos Coen
La gran obra maestra de los hermanos Coen
En
el cine americano (y no sé si en la vida real) hay un lugar común para
describir al fracasado, al perdedor, a lo que ellos llaman, el
"Loser". Y es que su profesión suele ser vendedor de coches (usados
preferiblemente). Fargo es la
historia de un vendedor de coches desesperado, perdedor y miserable.
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jueves, 30 de mayo de 2013
M, el vampiro de Düsseldorf, de Fritz Lang
El cine es esto
Tengo que empezar esta crítica, igual que empecé la anterior,
advirtiendo de que en ella voy a hablar del final de la película. No creo que
eso tenga importancia para disfrutarla, pero para el que crea que sí, aquí dejo
el enlace para poder ver la película completa antes de leer el texto.
En 1931, el cineasta alemán Fritz Lang dirigió M, el vampiro de Dusseldorf, y con ello
dio una clase magistral de en qué consiste el oficio de director de cine. Todas
las escuelas de cine del mundo deberían tener la obligación de enseñar esta
película a sus estudiantes. Estudiar cine, y no haber visto M, el vampiro de Dusseldorf es como
estudiar literatura y no haber leído Crimen
y castigo.
lunes, 13 de mayo de 2013
"Adiós, muchachos", de Louis Malle
Francia ante el espejo
Antes de que empecéis a leer quiero advertir de que en esta
crítica voy a hablar del final de la película. Personalmente, creo que no es
relevante conocer el desenlace de antemano, si no la habéis visto. En cualquier
caso, soy consciente de que hay gente a la que le molestaría hasta que les
dijeran que al final de Titanic, el barco se hunde. Si es tu caso, puedes ver
la película completa, que está enlazada más abajo, y luego leer la crítica. Enlazo una versión doblada
al español, y otra en versión original con subtítulos en inglés. Si domináis el
inglés o el francés, recomiendo encarecidamente la segunda opción.
miércoles, 8 de mayo de 2013
Una historia verdadera, de David Lynch
El reverso luminoso de la América profunda
Se tiende a confundir lo que es una película antigua con una
película clásica. Una película es clásica independientemente del año en que se
rodara. Una historia verdadera es un
clásico desde el primer día que se proyectó en una sala de cine.
Reconozco que no soy un gran admirador de David Lynch. Su
filmografía tiene un buen puñado de grandes títulos como Cabeza borradora, Carretera
perdida, Terciopelo Azul o El hombre elefante. Sin embargo, también
hay muchas otras que son simples fuegos artificiales de un director con un
magnífico talento visual (Dune, Corazón salvaje, la inefable Inland Empire …). Pero en 1999 dejó de lado todas las
recurrentes obsesiones que plagan su carrera cinematográfica (quizá porque el
guión no era suyo), y realizó una película maravillosa.
lunes, 22 de abril de 2013
La semilla del diablo, de Roman Polanski
El terror según Polanski
La semilla del diablo
arranca con un plano aéreo de Nueva York y una canción de cuna que nos hiela la sangre. Y , a partir de
ahí, ése es el estado con el que Roman Polanski mantiene al espectador a lo
largo de toda la
película. Quizá la más aterradora de toda la historia del
cine. Es una película de terror sin un solo susto (confieso que he pensado en
otros casos parecidos y no se me ha ocurrido ninguno), que enlaza directamente
con los miedos más profundos de la cultura judeo-cristiana: el diablo, el infierno,
la brujería, la locura...
martes, 9 de abril de 2013
Mystic River, de Clint Eastwood
Donde enterramos nuestros pecados
Decir esto ahora
parece sacrílego, pero cuando Clint Eastwood estrenó Mystic River en el año 2003 era
un director que empezaba a mostrar síntomas de decadencia. Su última gran
película, Los puentes de Madison, la
había estrenado 8 años antes y entre medias había dirigido cinco largometrajes
(Poder absoluto, Medianoche en el jardín
del bien y del mal, Ejecución inminente, Space Cowboys y Deuda de sangre) que,
aún siendo unos mejores que otros, no alcanzaban ni de lejos la calidad de
obras como Bird o Sin perdón. Si a todo esto le añadimos
que en el año 2003 Clint Eastwood ya tenía 73 años, nos encontramos con que en aquel momento no era infrecuente leer y escuchar a algunos críticos para los
que la época dorada de Eastwood ya había pasado y sólo estábamos presenciando
sus últimos coletazos.
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